Las decisiones colectivas que tomemos hoy determinarán cómo la IA afectará el crecimiento de la productividad, la desigualdad de ingresos y la concentración industrial.

Los economistas no tienen un historial particularmente bueno en predecir el futuro. Y Silicon Valley oscila constantemente entre el entusiasmo y la decepción ante la próxima gran tecnología. Por lo tanto, es apropiado un cierto escepticismo saludable cuando se trata de declaraciones sobre los cambios que la inteligencia artificial (IA) traerá a la economía. Aún así, hay buenas razones para tomar en serio el creciente potencial de la IA (sistemas que exhiben comportamientos inteligentes como el aprendizaje, el pensamiento y la resolución de problemas) para transformar la economía, especialmente teniendo en cuenta los increíbles avances tecnológicos del año pasado.


Además de la economía, la IA tiene el potencial de impactar varias áreas de la sociedad, incluida la seguridad nacional, la política y la cultura. Sin embargo, este artículo se centra en el impacto de la IA en tres amplias áreas macroeconómicas: crecimiento de la productividad, mercados laborales y concentración industrial. El futuro de la IA no está predeterminado. Puede desarrollarse en direcciones muy diferentes. El futuro específico que emerge es el resultado de muchos factores, incluidas las decisiones tecnológicas y políticas que tomamos hoy. Para cada una de las tres áreas, presentamos una bifurcación en el camino: dos caminos de desarrollo que conducen a perspectivas de futuro muy diferentes para la IA y los negocios. De cualquier manera, un futuro desfavorable es el camino de menor resistencia. Lograr un futuro óptimo requiere las siguientes medidas apropiadas:

Experimentos creativos en política. Un conjunto de objetivos positivos que definen lo que la sociedad espera de la IA, no sólo los resultados negativos que se deben evitar.

Políticas que reconozcan que las capacidades tecnológicas de la IA son muy inciertas y cambian rápidamente, y que la sociedad debe ser flexible para evolucionar con la IA. Primera rama: aumento de la productividad

El primer camino se refiere al futuro del crecimiento económico y, principalmente, al futuro del crecimiento de la productividad.

El crecimiento de la productividad en la economía estadounidense se ha mantenido alarmantemente bajo durante los últimos 50 años, excepto por un breve resurgimiento a finales de los años 1990 y principios de los años 2000 (Brynjolfsson, Rock y Syverson, 2019). La mayoría de los países desarrollados enfrentan actualmente el mismo problema de bajo crecimiento de la productividad. Más que cualquier otro factor, la productividad (producción por unidad de insumo) determina la prosperidad de una nación y el nivel de vida de su gente. Una mayor productividad hace que sea mucho más fácil abordar cuestiones como los déficits presupuestarios, el alivio de la pobreza, la atención sanitaria y el medio ambiente. El aumento de la productividad es quizás el desafío económico más importante del planeta.


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